Todo tipo de gustos y disgustos, orgullo y prejuicios, amores y odios siguen entrando en nuestra conciencia personal, malgastando nuestra energía y manteniéndonos alejados del objetivo y propósito final de la vida – la auto-realización. Esta ignorancia del objetivo de la vida es una grave enfermedad que nos aflige, y es la causa de nuestra esclavitud – el apego del alma a un mundo «lleno de pecado y dolor». Por lo tanto, tenemos que apartarnos de este drama de actividad agitada y encontrar el centro quieto de nuestro ser dentro del cuerpo humano donde reside el Poder Omnipenetrante y Todo-Libre.
Sant Kirpal Singh