1.  El hombre, el peldaño más alto de toda la creación, es básicamente el mismo en todas partes. Todos los seres humanos nacen de la misma manera, reciben las bondades de la naturaleza de una manera similar, tienen la misma estructura inerior y exterior y son controlados en el cuerpo físico por el mismo Poder llamado distintamente «Dios», «Verbo» «Naam», etc. Todos los hombres, como almas son iguales, adoran al mismo Dios y son entidades conscientes. Siendo de la misma esencia de Dios, todos son miembros de Su familia y por eso están relacionados entre sí como hermanos y hermanas en Él.

2. Todos los Gurús y Maestros espirituales despiertos e iluminados que han venido en este mundo en distintos períodos del tiempo y en diferentes lugares han subrayado esta Verdad en Su propio lenguaje y manera. Según Ellos, todos los seres humanos – independientemente de su posición social y de sus religiones y confesiones – forman una sola clase.

3. Guru Nanak, el gran Maestro y Mesías de la paz dijo: “el más alto objetivo es realizar la hermandad universal, sí, considerando todos los seres como sus semejantes.

4. El mantra antigua de la India, Vasudeva kutumb bukam, establece también el mismo principio que el mundo entero es una sola familia. Sin embargo, es evidente que a pesar de las muchas y fuertes predicaciones expresadas en favor de la unidad del hombre por parte de líderes religiosos y sociales, el mundo de hoy está desgarrado a causa de cargas y tensiones de toda clase y presenta de hecho un triste imágen. A menudo vemos que las personas están en guerra los unos con los otros y hermanos combaten con sus propias familias. De manera similar, naciones están constantemente involucradas en conflictos y enfrentamientos entre si, estropeando así la paz y la tranquilidad. La causa principal de la situación actual es que el evangelio de la unidad del hombre, aunque bien aceptado en la teoría, la humanidad en general no lo ha asumido y por eso no lo pone en práctica. Es solo una forma de eslogan hecha con motivos calculados.

5. Es universalmente aceptado que el propósito más alto del cuerpo humano es conseguir la unión del alma con el Sobrealma o Dios. Por eso se dice que el cuerpo físico es el Verdadero Templo de Dios donde Él Mismo reside. Todas las religiones muestran detalladamente maneras y medios para encontrar al Sobrealma o Dios y todos los medios propuestos, por diferentes que parezcan, conducen a la misma meta y por eso no es necesario cambiar de religión para este propósito. Hay que seguir constante y con determinación las líneas trazadas por “los portadores de la luz” para alcanzar la meta.

6. Sin embargo es necesario de esforzarse más para hacer realidad la unidad del hombre. Tenemos que entender que cada ser humano es un miembro de la gran familia al igual que nosotros y obviamente tiene los mismos derechos y privilegios como nosotros. Por eso tenemos que asegurar no solo el bienestar de nuestros hijos sino también ocuparnos de que los hijos de nuestro prójimo no sufran. Si practicamos esto muchos conflictos actuales serán eliminados. Cada uno de nosotros desarrollará un mutuo reconocimiento, el respeto y la comprensión para el otro exterminando así las grandes desigualdades de la vida. A medida que aumenta el mutuo reconocimiento y la comprensión, esto se convierte en una fuerza vital que genera un sentimiento de comunidad que a su vez traerá cultura y en última instancia, la humildad lo que es la necesidad básica de hoy.

7. La celebración de la Conferencia Mundial sobre la Unidad del Hombre que tuvo lugar en el febrero de 1974 en Nueva Dehli fue un llamamiento claro al mundo. Esta conferencia fue probablemente la primera de su género desde la época de Ashoka el Grande, sostenida a nivel del hombre con el noble propósito de promover la hermandad universal que conduce a la armonía universal. El mensaje de la Unidad del Hombre debe llegar a cada corazón independientemente de etiquetas religiosas y sociales así que impregna a cada individuo capacitándole de ponerlo en práctica y pasarlo a otros. De este modo la entera sociedad humana puede ser reformada. En verdad, la unidad ya existe: como seres humanos hemos venido al mundo de la misma manera y con los mismos privilegios dados por Dios y como alma somos una gota del Océano de Toda Conciencia llamada Dios a quien veneramos con nombres diferentes. Sin embargo, hemos olvidado esta unidad. Solamente tenemos que revivirla.

8. La campaña universal para la unidad del hombre no intenta de ningún modo afectar los ordenes sociales y religiosos existentes. Más bien, cada uno debe continuar trabajando por el desarrollo de la humanidad. Además esta campaña debe, a través de los medios disponibles, llevar el llamamiento para la Unidad del Hombre a tantas personas como sea posible para que pueda atravesar las barreras de malentendidos y mutua desconfianza impactando en cada corazón humana. Además dicha campaña no debe ser realizada a través de luchas intelectuales sino con el mejor deseo y el afán de poner en práctica la unidad del hombre de modo que se convierte en una verdadera fuerza viva. El método de divulgarla debe ser la autodisciplina y el auto-ejemplo en lugar de declaraciones y proclamaciones.

9. Sería oportuno aclarar que la campaña de la unidad del hombre tiene que llevarse a cabo por encima del nivel de las religiones sin afectar de ningún modo los órdenes religiosos o sociales. Debe obtener en la práctica las bendiciones y el apoyo de todos aquellos que creen en los principios de la unidad del hombre y que estan capaces de fortalecerlo y llevarlo a cada corazón humana de su entorno convenciendo a las personas de la necesidad de practicarlos en la vida cotidiana. La campaña no tendrá el nombre de Ruhani Satsang ni de ningúna otra organización similar. El entusiasmo de sus seguidores será la verdadera fuerza que trabaja detrás de la campaña.

10. Por lo tanto, se pide que todos los que creen en la unidad del hombre y desean transmitir su mensaje deben trabajar incesantemente para que llegue al lugar más remoto del mundo.

Una Conferencia Mundial sobre la Unidad del Hombre puede organizarse en Occidente como se hizo en Delhi en el Oriente – ambas trabajarán finalmente como un conjunto.